I

Quién hace tà¡nta bulla, y ni deja
testar las islas que van quedando.

Un poco mà¡s de consideracià³n
en cuanto serà¡ tarde, temprano
y se aquilatarà¡ mejor
el guano, la simple calabrina tesà³rea
que brinda sin querer,
en el insular corazà³n,
salobre alcatraz, a cada hialà³idea
grupada.

Un poco mà¡s de consideracià³n,
y el mantillo là­quido, seà­s de la tarde
DE LOS MAS SOBERBIOS BEMOLES

Y la penà­nsula pà¡rase
por la espalda, abozaleada, impertérrita
en la là­nea mortal del equilibrio.